Hace unos días que el cambio climático vuelve a estar en boca de tod@s.

Un informe del IPPC, el grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático, ha vuelto a disparar las alarmas sobre el calentamiento global.

El último estudio de este grupo de asesores científicos de Naciones Unidas, insta a los Gobiernos a tomar medidas urgentes para limitar el aumento de la temperatura de nuestro planeta.

En diciembre de 2015 se logró un nuevo acuerdo mundial sobre el cambio climático, el Acuerdo de París, con el objetivo principal de limitar el calentamiento del planeta por debajo de 2ºC y conseguir limitarlo a 1,5ºC en el 2100.

El nuevo estudio que ha visto la luz hace unos días, advierte que es probable que se supere el aumento de 1,5ºC entre 2030 y 2052 y los 3ºC en el 2100, si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen al mismo ritmo que hasta ahora.

¿Qué supone un aumento de la temperatura de 1,5 a 2ºC?

  • Elevadas temperaturas, sequía y más riesgo de inundaciones.
  • Más frecuencia de fenómenos meteorológicos adversos, como los huracanes, y de incendios forestales.
  • Destrucción de hábitats, más especies en peligro de extinción y desaparición de otras especies.
  • Incrementos de problemas de salud, seguridad alimentaria y abastecimiento de agua, entre otros.

¿Qué podemos hacer como individuos para evitar que la temperatura suba tan rápido?

Según los expertos, el sector energético y el transporte son los principales protagonistas.

100 grandes empresas son las responsables de la emisión del 71% de los gases de efecto invernadero, y tanto ellas como los gobiernos son los que más trabajo tienen a partir de ahora, para cumplir con los nuevos objetivos lo más rápido posible.

Como ciudadanos, no debemos desvincularnos y dejarlo en mano de las empresas y la administración. Sino que ahora, sí o sí, es el momento de adoptar nuevas formas y hábitos de consumo que ayuden a reducir nuestra propia huella y contaminar menos.

Porque todos los pequeños gestos, también cuentan.

El uso que hacemos de nuestra ropa, es una de las etapas más contaminantes del ciclo de vida de una prenda de ropa. Alargar la vida de la ropa 9 meses más, podría llegar a reducir la huella de esa prenda entre un 20 y un 30%. Y esto se puede conseguir apostando por un buen cuidado de tu ropa. Aquí tienes algunos tips que te ayudarán a alargar la vida de tu ropa y, a la vez, consumir menos energía:

  • Lava la ropa, sólo cuando sea necesario.
  • Respeta los cuidados que necesita cada tejido.
  • Emplea programas de lavado más suaves y a temperaturas bajas. Lavar tu ropa a una temperatura más baja, consumirá menos energía y la ropa te durará más tiempo. Bajando la temperatura de 40 a 30ºC puedes ahorrar hasta un 60% de consumo de energía.
  • Evita la limpieza en seco. Se realiza a través de un proceso químico que daña la ropa, y el medio ambiente. Siempre es mejor lavar en casa. Y si necesitas ir a la tintorería, pregunta si cuentan con otros métodos más amigables, como la limpieza en húmedo y los disolventes de dióxido de carbono.
  • Plancha lo mínimo e imprescindible. Y si tienes que hacerlo, empieza por las prendas que necesitan menos temperatura, para ahorrar energía. No planches la ropa manchada, porque se fijaran más las manchas y si mantienes la temperatura de la plancha baja, la ropa te lo agradecerá.
  • Si tienes que cambiar tu lavadora, escoge una que consuma menos energía. Fíjate en su etiqueta energética y escoge la tipo A. Ahorrarás energía y dinero.
  • Cuando se te estropee la secadora, no compres otra. Secar la ropa al aire libre no consume energía.
  • Lavar a mano consume mucha menos energía, pero para ello también necesitas más tiempo y destreza.

En el 2050 entre el 70 y el 85% de la electricidad debería ser de origen renovable. Así que si no lo has hecho ya, te animo a pasarte a una compañía o cooperativa que te ofrezca energía que provenga de fuentes 100% renovables. Este tipo de energía (eólica, hidráulica, solar o biomasa) proviene de recursos naturales, que son inagotables. Además, también tienes la posibilidad de generar tu propia energía en casa, si dispones del espacio y ubicación adecuados.

En el caso del transporte, las emisiones de CO2 de la industria deberán ser entre un 75% y un 90% menores en 2050 respecto a los niveles de 2010. Como ciudadan@, a parte de moverte en transporte público, andando o en bicicleta, te animo a adoptar nuevos criterios de compra en relación al transporte. 

Dicen que una prenda de ropa puede llegar a dar hasta 4 vueltas al planeta, antes de que llegue a tu armario. Dicho así, no tiene mucho sentido, ¿verdad? 

La industria textil es la responsable de la generación del 10% de la emisiones de CO2 a la atmósfera. Casi nada. Y más del 60% de las marcas no informan del lugar de fabricación de las prendas. Pero por suerte, muchas otras sí, y además fabrican aquí cerca.

Apostar por marcas locales, que producen relativamente cerca de donde vives, también ayudará a que contribuyas a disminuir la cantidad de CO2 producido con el transporte de las prendas. Y además, estas marcas acostumbran a producir y distribuir sus prendas, minimizando al máximo su impacto.

Por otro lado también están las compras por internet y/o las que puedes hacer tu mismo en tu ciudad. Es mucho menos contaminante comprar en tu barrio que comprar por Internet, a una empresa que está en otro lado del charco, por ejemplo. Si compras en tu barrio, sales andando de tu casa con lo que no generas emisiones de CO2. Comprar desde el sofá es mucho más fácil y rápido, pero con tu compra generarás mucho más CO2 que si sales a comprarlo tu mism@.

Eso sí, como pasa con las marcas que producen cerca, también existen pequeños comercios electrónicos, que adoptan estrategias más sostenibles de transporte que las que puede y quiere utilizar Amazon, por ejemplo.

Así que si optas por comprar online…

  • Apuesta por tiendas y marcas sostenibles, porque sus productos y sus métodos de transporte, son más ‘limpios’ y producen menos CO2.
  • Haz compras conscientes y de bajo impacto. Compra sólo cuando lo necesites y aprovecha para comprar varias cosas a la vez en una misma tienda. Las wishlist son una buena herramienta en este sentido. 

El cambio climático no es ciencia ficción, es una realidad.

Si dejamos de apoyar a las empresas más contaminantes con nuestras compras, y adoptamos nuevos hábitos más sostenibles, ayudaremos a revertir el calentamiento global. ¿Te apuntas?.

Escrito por:Biobuu blog

Living la vida slow

Un comentario en “El cambio climático no es ciencia ficción

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